domingo, 10 de junio de 2012

Leyenda árabe sobre la amistad y otro cuento...





Dice una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto. En un determinado punto del viaje discutieron, y uno le dio una bofetada al otro.


El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:


- Hoy, mi mejor amigo me pegó una bofetada en el rostro


Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo. Al recuperarse tomo un estilete escribió en una piedra:


- Hoy, mi mejor amigo me salvó la vida.


Intrigado, el amigo preguntó:


- ¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?


Sonriendo, el otro amigo respondió:


- Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargaran de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo.


Shara - Enamórame - Komik video


Cierto día, dos hombres que se encontraron en la ruta caminaban junto hacia Salamis, la Ciudad de las Columnas. Al mediodía llegaron hasta un ancho río sin puente para cruzarlo. Debían nadar o buscar alguna otra ruta que desconocían.


Y se dijeron: “Nademos. Después de todo el río no es tan ancho”. Y se zambulleron y nadaron.


Y uno de los hombres, el que siempre supo de ríos y rutas de ríos, de pronto, en el medio de la corriente, comenzó a perderse y a ser arrastrado por las impetuosas aguas; mientras, el otro, que nunca antes había nadado, cruzó el río en línea recta y se detuvo sobre un banco. Entonces, viendo a su compañero luchando aún con la corriente, se arrojó otra vez al agua y lo trajo a salvo hasta la orilla.


Y el hombre que había sido arrastrado por la corriente dijo:


- ¿No habías dicho que no podías nadar?
- ¿Cómo es que cruzaste el río con tanta seguridad?


- Amigo -explicó el segundo hombre-, ¿ves este cinturón que me ciñe? Está lleno de monedas de oro que gané para mi esposa y mis hijos, todo un año de trabajo. Es el peso de este cinturón el que me condujo a través del río, hacia mi esposa y mis hijos. Y mi esposa y mis hijos estaban sobre mis hombros mientras yo nadaba.


Y los dos hombres continuaron su camino juntos hacia Salamis.


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