"Cuarentiñas"

No hace falta desenterrar la crónica taurina de Juan Palomo de hace un siglo para enumerar las virtudes de la lozanía juvenil:
"¡Que curva la de aquella mujer que me envolvía entre la sombra fugaz de sus pestañas y me fascinaba con la tentación de sus ojeras!"
Diga usted que en la plaza estábamos hoy en el cielo, con tantos angelitos de cabezas ensortijadas prendidas de claveles rojos, blancos, de rosas pálidas, de rosas encendidas como la llama...
Y en el cielo estábamos. Pero vino un ángel malo, un genio satánico que llegó al palco:
-¿Está Palomo?
-Estoy, hijo mío,¿y qué?
-De parte del director,que se comprima, que ya es tarde".
Me alineo con Palomo;pero observo también a buena parte de esas criaturas entregadas a una moda de formas extrañas, que ocultan la belleza femenina y realzan elementos que ofrecen una imagen vulgar, apenas sugerente, rayana con la indiferencia. Diseños desencariñados de la mujer.
Y a su vera pasean mujeres hechas, de alma serena,en donde se encuentra anclado el espíritu femenino en toda su dimensión. "Cuarentiñas"-niñas de más allá de los cuarenta-, de formas modeladas por la verdadera belleza, que traspasa la edad; en pleno desarrollo profesional y personal; con vida y vitales, ocupadas de lo que preocupa, alejadas de la volátil inquietud de la primera juventud.
"Cuarentiñas" de cabezas asentadas y formas llamativas,que dan a conocer lo mejor de sí mismas. Admiradas y admirables. Que llaman la atención al lado de esas otras a las que quién sabe quién ha convencido para alistarse en el territorio de la indiferencia.

Cuarentiñas. Autor: Miguel Gay


Heraldo de Aragón, martes 23 de Septiembre de 2008.