Playa artificial de Zaragoza (fotografía propia)
Me encanta mi vida, me gusta ser yo mismo y no ser otro... tan sensible y capaz de decir LO SIENTO.
Cada vez hay menos trabajo; mientras mi país se hunde... yo cada día quiero más a mi mujer y a mis hijas...
Soy un loco romántico y quiero seguir siéndolo durante el resto de mi vida.
No creo demasiado en Dios, pero soy buena persona.
Al escuchar tu entrevista, he recordado algo que ya te había insinuado antes de que llegaras a Zaragoza, la crisis del sector. Lo malo es que en la actualidad todos los sectores están en crisis, excepto el gremio de lo políticos que estos se aferran a su cargo, recortando todo lo que pueden a los demás trabajadores o pensionistas.
ResponderEliminarHola, buenos días. Efectivamente ya me comentaste como me iba a encontrar Zaragoza en lo que se refiere al trabajo.
ResponderEliminarDesgraciadamente tal cual nos lo imaginábamos, si cabe peor. ¿Que puedo hacer yo?
-Reducir costes, ahorrando al máximo combustible y utilizando la razón. Sabiendo los límites. Evitando ir y venir a mi casa sita en la Puebla de Alfindén.
Vine muy tranquilo, como cuando vas a un examen y sabes que vas a suspender. Te lo tomas con calma y resignación... en lo laboral está muy negro en España.
El motivo por el cual rectificamos mayormente y abandonamos Asturias, fué nuestra salud:
-El asma de nuestra hija de 5 años y la climatología nefasta para vivir el día a día...
-Un cuadro depresivo de Susy mi mujer, donde ya reposaban tranquilizantes y antidepresivos en la pequeña mesita...
Por ello, el trabajo es un segundo plano que es importantísimo pero lo primero es la salud.
Si algún día llego a buscar en los cubos de basura, que no se descarta... será en la tierra más bonita y noble del mundo: Aragón.
Te mando un abrazo grande, muy grande y sincero.