domingo, 20 de mayo de 2012

Sencillo y gran cuento







Nan-in, un maestro Japonés de la era Meiji (1868-1912), recibió la visita de un profesor de universidad que querría informarse sobre el Zen.


Nan-in le sirvió té. Lleno la taza de su visita hasta el borde, y siguió virtiendo mas té. El profesor observó como el té llenaba la taza y se derramaba sobre la mesa hasta que no puedo aguantarse mas:


- ¡Esta rebosando! ¡No cabe nada más!
- Al igual que esta taza, – dijo Nan-in – usted esta lleno de sus propias opiniones e ideas.
- ¿Como le voy a enseñar Zen si no vacia primero su taza?


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