domingo, 27 de mayo de 2012

Caridad... (Cuento extraído de la red)



Vuelvo caminando hacia mi hogar. En el suelo, dormido y borracho, con su cabeza apoyada en un escalón, a modo de almohada, me encuentro un vagabundo. inclino mi cabeza y la ladeo varias veces…

Recuerdo las charlas que me dieron durante toda mi vida sobre la caridad. Y continúo caminando… Me paro.Pienso “nosequé”, y regreso a la escena. Vuelvo a mirar y remirar a aquel desgraciado. Acuden a mi mente recuerdos sobre la caridad…pero yo niego y reniego de esa virtud.


No me gusta la caridad.
No puedo dar caridad
No sé como se hace
Nadie me enseñó …

Me acerqué lentamente a aquel vagabundo y me incliné a mirarlo de nuevo… Lo estuve mirando largo rato … y aunque me dió pena, no sentí necesidad de darle caridad, no sentí necesidad de ayudarlo. No sabía como hacerlo. Repito: Nadie me enseñó la caridad. Nunca. Que odiosa palabra en mi mente.
Había bebido un poco, pero aún así recordé mis tiempos de escuela… Caridad… ¡Que virtud tan terrible..! Volví a mirar a aquel vagabundo, desdichado, abandonado, solo. Y estuve mirándolo largo rato, pero la Caridad no acudió a nosotros… Me fui de allí. “No puedo hacer nada” -pensé- “No puedo darle Caridad” camine unos metros, y noté varios pequeños golpes en mi cabeza…


¡toc!
¡toc!
¡toc!

¡Vaya! Comenzaba a llover …

Una situación mala para aquel vagabundo tirado en medio de la calle. Esperé un rato, y la Caridad no apareció. Me quedé meditando un rato, y recordé algo. Recordé porque la Caridad nunca me había gustado. Recordé que la caridad implica ser superior al que se ayuda. Recordé que la caridad consiste en dar lo que te sobra… Recordé, recordé y recordé… Y me acordé de que lo que de verdad sirve en el día a día es la Compasión y la Empatía…

Mientras que ser caritativo implica ser superior al otro, muchas veces para limpiarnos la conciencia,la Compasión es dar sin tener,y la Empatia es ponerse en el lugar de los demás. Eso me gustó… Y volví… ( llovía más fuerte) y con mis pocas fuerzas levanté a aquel pobre vagabundo y (casi ) lo arrastré hasta los bajos del puente que es mi hogar hoy en dia. Lo tumbé en el lugar más seco y resguardado,dejé a su lado la mitad de mi último trozo de pan. Y lo cubrí con la única manta limpia que me quedaba …



Escrito por Marcos Corujo Marcos 

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