jueves, 8 de septiembre de 2011

Un trabajo muy digno


Ayer empecé un nuevo trabajo en el momento más oportuno: Conductor de taxi en Oviedo, como asalariado.

No es nada fácil empezar en una ciudad que no conoces y menos alguien que te contrate en este país... aunque ese sector me resulte familiar, soy nuevo en todos los sentidos...

Es la tercera ciudad que me ofrece el privilegio de representar su imagen con su escudo y sus logotipos.

Es una oportunidad que no he querido desperdiciar, tal y como está el trabajo en España...

Me costó mucho llegar a Asturias, sin embargo las cosas no salieron nada bien, pero en resumen, mi balanza se inclina lo positivo tanto económico como emocional (Es demasiado personal e íntimo para entrar en detalles)...

Es una mezcla agridulce el saber de la gente y no saber nada al mismo tiempo, así que voy a mostrarme serio y responsable con esta nueva etapa que estoy viviendo.

Mi cabeza no para de dar vueltas y mis ojos no cesan de archivar nuevos datos, direcciones y paisajes de ensueños, atardeceres maravillosos.

Sigo comprobando como la gente es buena en todos los sitios en su gran mayoría.

Mis ideas siguen siendo las mismas que hace unas semanas... dentro de un tiempo, no se cuanto, regresaré a Zaragoza... y volveré al punto de partida que por la maldita crisis tuve que emprender.

Regresaré a Zaragoza con las mismas condiciones que marché en el terreno laboral. Mientras, dejaré que el tiempo transcurra lo mejor posible en estos lugares.

No es fácil encontrar un trabajo y puedo asegurar que Dios existe para mí... y que la Santina está haciendo horas extras por mí.

En resumen: Seriedad y respeto por todo y por todos.


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