lunes, 8 de agosto de 2011

Hoy es lunes, mañana martes.





Hoy es lunes y vuelvo a despertar en un agosto desconocido y oscuro... lleno de sombras y de lluvias.



El otro día me llamó una persona que está siempre conmigo cuando menos lo espero... y siempre cuando más lo necesito. Nunca lo enmarqué como amigo ni conocido, porque quizás le gusta mucho permanecer en sí mismo y pasar desapercibido. Sin embargo, ahí estaba el otro día al otro lado del móvil... él en Zaragoza y yo en Oviedo.



Se agradece escuchar a alguien que se preocupa por tí, aunque sea un poco en estos momentos difíciles para mí... que aunque no sean dramáticos sí son duros.



Cada vez más, pienso que debemos regresar de nuevo a Zaragoza... y emprender de nuevo el camino desde el principio. Lo hemos intentado pero no ha salido bien, aquí en Asturias.



Mis hijas no quieren saber nada de permanecer más tiempo en Oviedo que el justo para regresar.



Susy mas que nadie quiere volver a Aragón... es increíble como les enganchó Zaragoza. Y más increíble es todavía como la gente que más hablaba aquí, nos fallaron desde el principio.



Esta experiencia que no sabemos cuanto durará más, me está cambiando... me he vuelto más serio y con menos palabras. No afirmo ni desmiento nada, me dan lo mismo los demás... sólo me interesa lo importante. Lo presente.



Espero que las cosas se arreglen cuanto antes y poco más puedo decir. Al menos en lo personal estamos más unidos que nunca y eso es vital...





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