viernes, 16 de octubre de 2009

No complicarse la vida por nada ni por nadie


Me ha costado más de cuatro décadas, pero por fin me he dado cuenta que la persona que menos hace y menos ofrece es la mejor vista siempre. El que más se esfuerza es el que acostumbra a los demás a que siempre esperen algo de él. Y cuando por alguna razón no puedes dar lo que acostumbras, entonces eres el malo de la película.

Algunos compañeros que llevan unos pocos meses en el taxi, ya son licenciados en la materia. Sus argumentos es no tener ambición por el dinero, no complicarse la vida como algunos pobres tontos que intentamos avanzar día a día, a pesar que los infortunios no te dejen avanzar.

Posiblemente, subirse al carro de lo más cómodo sea lo mejor, y a ser posible mentir y cuanto más mejor y más corrompidos estaremos. Hacerse el loco o la loca cuando veamos que alguien desea expresar sus sentimientos.

Presumir de una gran ciudad aunque sea un suplicio vivir en ella, millones de minutos perdidos en semáforos rojos y miles de kilómetros intentando sacar provecho y que luego venga un espabilado vago y bien visto por todos y te diga que eres tonto por pasarte la vida trabajando.

A veces, uno no tiene buen día y sería mejor no levantarse o no despertar, cuando lo que ves siempre, es a gente que no dan un palo al agua, personas que son muy güays por estar borrachas y tirados en el suelo. Hoy son fiestas, mañana será un cumpleaños y dentro de dos meses navidad y al año que viene otra vez lo mismo. Siempre habrá alguien que te saque las castañas del fuego.

Por una vez creo que debería ser más egoísta y cuidarme más a mí mismo.

Tan sólo soy un ser humano, solamente eso.





P. D.

Mañana seguramente tendré otra percepción de todo, que ahora mismo.



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