Hoy domingo

Normalidad y calma; estas dos palabras definen bien lo que fué la noche pasada. Tuve suerte en mi turno de noche del fin de semana. El Burgo de Ebro, Paniza y San Juan de Mozarrifar. Éstas tres carreras marcaron el camino y la crónica de una noche de la que no se esperaba mucho.

Pude comprobar de nuevo anoche, que la gente en su mayor parte nos necesita en un momento puntual y todo lo demás es "puro teatro". Y eso se demostró ayer cuando pude observar a varias personas parar un taxi a la vez, los ví esperando en las paradas el turno para conseguir coche libre, mientras los compañeros realizaban con corrección su labor.

Después de dormir poco, pero bien... de nuevo en la calle.

Parada de Felisa Galé, ordenador en mano, reviso correo y blogs. Telefonea Susy. Me esperan para comer en Utebo en la finca de mi hermana, así que me temo que hasta por la noche de madrugada no descansaré en mi hogar.

No me importa el cansancio, ni el agotamiento porque mereció la pena y el placer de trabajar en lo que me mola me satisface. Es difícil entender, comprender ésta droga de currar y descansar a la vez. Una paradita y un cortado, unas risas con los clientes de la calle Andrés Vicente. El gran beso húmedo en los labios de mi nenita Susi y el abrazo intenso de Susy mi mujer.

La voz de Susana (otra Susi) la locutora, el icono de Radio Taxi Zaragoza....

Gracias Dios, de nuevo.