viernes, 12 de junio de 2009

Un arbolito



Soy un hombre joven, un tío como uno cualquiera que te encuentras poniéndote un café, o el que está detrás de la caseta verde de la ONCE, ganándose su pan día a día. Y eso me honra.

Me pudiera haber llamado Julián o Pedro Antonio, pero me llamo Jose, llevo un taxi que pertenece a Zaragoza, mi ciudad, pero pude haber nacido en Guinea o en Cabo Verde o en Kuta. Pero no elegí. Quizás por que eso no sea digno de elegir. Dá lo mismo realmente.

Estoy orgulloso de Aragón, pero no daría mi vida en una guerra. Sí por mis hijas y por mi mujer.

He prometido a varias personas en mi vida amor para siempre, pero no lo cumplí. ¿Porqué? porque el amor cuando se acaba... se acaba.

Pero no terminan los sueños ni siquiera la vida en éstos errores que me curten y forman mi robustez extremamente frágil.

Los valores perduran, ¿te suena?. O se tiene o no se tiene.


Después de una tormenta viene la calma, después de la noche calurosa, la brisa fresca de la mañana. Después de nosotros vendrán otros igualmente maravillosos, únicos e irrepetibles.

Mientras escucho los pájaros cantar en el pueblo donde vivo, un mensaje de paz y alegría me recuerda que tenemos un día juntos para disfrutar y agradecer que estamos vivos y respiramos.

Mírome en ojitos de mis niñas que se despiertan como princesas adormecidas en un mundo de ilusión y color que ya quisieran muchos niños tener.
Tristemente para esas otras criaturas.


Llevo un taxi, mi vida y no mi taxi.


Me llamo Jose y soy un tío normal.


1 comentario:

  1. ¿Aún no te has dado cuenta? No tienes nada de normal.Eres maravilloso.
    TE ADORO

    ResponderEliminar