sábado, 8 de noviembre de 2008



Le conoció cuando era joven todavía
y se casó de traje blanco y por la iglesia
y se cansó a los cuatro días de mirarlo
y se fue armando poco a poco de paciencia.

En el espejo, se preguntaba si en verdad era feliz
y se empeñaba en ensayar una sonrisa para él
para tratar de conquistarle un día más.
Estaban solos, entre los dos no se cruzaba una palabra.
Ella tomaba su café y el se dormía en su sillón
mientras cantaba un gorrión en el jardín.
Son veinte años junto a él, quién lo diría
y se han dormido en el jardín las primaveras
pero no hay tiempo de pensar, se le hizo tarde
y hay cuatro niños que regresan de la escuela.

En el espejo, se preguntaba si en verdad era feliz
y se empeñaba en ensayar una sonrisa para él
para tratar de conquistarle un día más.
Estaban solos, entre los dos no se cruzaba una palabra.
Ella tomaba su café y el se dormía en su sillón
mientras cantaba un gorrión en el jardín.
Son veinte años junto a él, quién lo diría
y se han dormido en el jardín las primaveras.
Pero no hay tiempo de pensar, se le hizo tarde
y hay cuatro niños que regresan de la escuela.

Pero no hay tiempo de pensar, se le hizo tarde
y hay cuatro niños que regresan de la escuela.

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