jueves, 18 de septiembre de 2008

Soñando que despierto ensangrentado...

Hoy soñé de nuevo en pasear cogidos de la mano por Luanco, esa tierrina maravillosa nuestra, que sin yo haber nacido en éste hermoso lugar me siento arraigado a él, como por encanto, con deseo de volver a sentir la paz de tu mirada y los suaves besitos que siempre me diste allí, envueltos de sencillez y maravilla.
Otra vez me invade la idea de escapar, liberado de mis eslabones más fuertes que el propio acero y pesados que no me dejan ni un minuto de respiro. Cuanto más sueño mas deseo y cuanto mas te miro mas te quiero.

Luanco (Asturias)

Mi escenario está cambiando; el color marrón Zaragoza se vuelve verde Asturias, y el calor sofocante en fresco y humedecido ambiente. No sólo azul de mar y verde de prado, tambien gris ennegrecido y amenazante tormenta, y algo de tristeza. Pero siempre tú, y la eterna luz de alegres y risueñas nenitas, hacen que siempre me sienta cómodo y arropado.
Se me hace tarde otra vez, miro el reloj, me late más fuerte el fuerte corazón, y hay que continuar con mi querido trabajo que me está matando. Estallan las válvulas de seguridad, segun el médico de urgencias ésta mañana: "no tiene importancia el que un vaso sanguíneo de mi ojo azulado y grisáceo haya estallado", por un esfuerzo... o por dos o por un millón.

Ensangrentados y rojos, mis ojos sueñan con el verde de la libertad, la tranquilidad que jamás tuve. El joven médico dice:" Habrá sido un pico de tensión". Me vuelvo a plantear el volar hacia sitios más bohemios como yo bien dije un día. Menos materialistas, sin picos de tensión arterial.

Veo compañeros semirígidos cuando se apean del taxi, siento pena. Veo como nos invaden a pagos que con nuestro esfuerzo se solventan: a cambio de salud.
Nos da vergüenza reconocer que falta calidad de vida y bastante, pero nosotros amamos a los nuestros y deseamos que no falte un hogar cálido y confortable para ellos.

Luanco te sueño y te adoro junto a ella. Es la hora de poner en marcha el sueño, lentamente y cuidadosamente, antes que el querido oficio pase factura. Mis ojos que ya no lloran tan a menudo, ahora sangran...

4 comentarios:

  1. ¿Contigo?...Al fin del mundo,mi amor.
    TE AMO

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  2. Menos horas en el taxi y más calidad de vida y de amor, este oficio es un criminal de las familias como te emplees a fondo. Cuídate tu tensión y procura más familia y trabajo el justo, todas esas cosas al final pasan factura, te lo digo por experiencia.

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  3. Y me fuí... y aquí estoy. Ya se venía venir, que se reviente el corazón quien quiera...

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