jueves, 26 de agosto de 2010

Sin título






De repente abro los ojos y veo a mi pequeña Susi a mi lado, la siento tan bonita y tan bella que me aterra pensar en si un día no le pudiese dar algo. En el otro extremo de la cama está Susy mi mujer. Pienso en cuanto la quiero, pienso en todos sus hijos y la veo descansando tranquila, serena, todavía durmiendo a pesar de ese par de toques que ya dió el despertador.



Fuera, un cielo gris y fresco, el Monte Naranco con niebla, fruto de la humedad de tanta vegetación, regalo y belleza de la naturaleza. Amanece en Oviedo, una ciudad nueva para mí, me espera todo un día de sorpresas.



Miro mi twitter, los habituales ya dieron los buenos días, los doy yo también. Un mundo virtual o real para el que quiera, claro.



Mi vida ha cambiado mucho, muchísimo. El decorado diferente, la gente completamente diferente, encantadora en su mayor parte.



Mi cuerpo empieza a tener en su mayor parte agua de Asturias y empiezo a perder muy lentamente kilos de sedentarísmo de mi vida anterior.



Dentro de pocos días, empezaré a levantarme a las 5.30 o 6.00 de la mañana y no me importa... me alegra poder ir a hacer algo útil, desde el primer minuto. Música para el amanecer, ilusión por la vida.



Esta tarde, me enseñaron a manejar la fotocopiadora de la librería y el fax. Mañana me enfrentaré un rato sólo ante el peligro, volveré a estar ante el público, aunque ahora será de otra forma que antes... y menos horas. Me río yo de quienes dicen: Es muy esclavo el tener una puerta abierta al público, tantas horas....



Esclavo es dormir a deshora cinco horas, esclavo es estar metido en un coche dieciseis horas, dormirse en un semáforo, confundir farolas con personas, esclavo es deteriorar tu cuerpo y forzar tu sistema nervioso con tráfico insoportable y ver que no tienes otras alternativas que seguir hasta que Dios quiera.



No me importa el silencio, no me importa la espera, no me importa vivir con lo puesto, no quiero nada más. Sólo quiero vivir, lejos del egoísmo, del palabrerío y la estupidez de ser el más listo de todos.



Yo ya estoy de vuelta, amigos, tengo cuarenta y dos años, pero ya vuelvo. Lo prioritario es la vida, mi vida.



La perfección en el cuerpo, no es mi causa, quiero seguir gordito pero sin úlcera, (que nunca tuve). Quiero paseos y no carreras. Quiero besos y no fatigas. Quiero vivir y no sufrir. Quiero twittear pero no para demostrar, para disfrutar. Quiero ser Yo, tan sólo yo.



Mis aspiraciones, mis hijas, mi mujer. Mi pasado no me importa y el futuro no me

preocupa porque jamás acerté. Mi presente es lo que prima, nada más.



Posiblemente sea una persona poco interesante, pero desde luego las ideas las tengo claras.



Y tú. ¿Que esperas de tu vida? ¿Cuantos años crees que vas a vivir? ¿Juegas mucho con tus hijos? ¿Cuando desaparezcas como todo el mundo, quien te recordará? ¿Te recordarán acaso?



Perdonar la extensión de mi post.



3 comentarios:

  1. ...Es que se está tan bien en la cama junto a ti...mmmm...
    Te quiero

    ResponderEliminar
  2. Excelente apología de tu vida y tus objetivos, claros y sencillos ambos. Eres admirable y no es adulación, espero no lo malinterpretes, simplemente es envidiable, para mí, saber que si se puede lograr la felicidad y la tranquilidad desde dentro de uno mismo y no encontrar la propia manera de hacerlo.
    Les deseo todo lo mejor de esta vida a Susy, a tus lindas hijas y por supuesto a ti José.
    Cuídate, que te vaya muy bien, luego nos leemos.

    ResponderEliminar
  3. Me alegra que tengas tanta ilusión por tu nuevo negocio. Yo siempre he pensado que algún día tendré el mío y dicen que el que desea algo lo acaba consiguiendo, sólo con paciencia se consigue todo lo que se espera.
    No sé cuantos años voy a vivir, espero que lo suficiente para que no me quede nada pendiente aquí... De momento no tengo hijos para jugar con ellos pero si Dios quiere algún día los tendré y espero que sean ellos los que se acuerden de mí cuando muera, sino vuelvo y les meto un par de sustos!!! jeje

    ResponderEliminar