martes, 15 de junio de 2010

Acostumbrarse... a vivir


Camino más, aunque no lo suficiente... No aguanto las horas que soportaba sin ir al servicio, ahora simplemente voy cuando me apetece. El hormigueo que sentía en mi pierna izquierda creo que ha desaparecido, o al menos hace tres días que no noto nada.

Tomo un café o a lo sumo dos... ya nunca sobrepaso la cifra de cuatro como venía siendo de costumbre, por tanto me encuentro mucho más tranquilo.

Conduzco con un coche de color verde precioso, muy pocos kilómetros... casi nada. Me entra la risa cuando pienso que alguien se pueda cabrear en media hora de placer conduciendo.


De repente me doy cuenta que en ésta vida es bueno cambiar de costumbres, salir de la monotonía... aunque lo mío es demasiado. Ah! por cierto todavía estoy en Zaragoza y prácticamente pronto iremos a Asturias... un piso precioso el que alquilé el otro día en Oviedo, realmente genial y acogedor. Calidad y confort no echaremos de menos, de ello estoy seguro.


Aunque he pasado más de media vida conduciendo, no lo echo de menos. He pasado buenos tiempos y malos, muy malos. Sobre todo los últimos dos años. Estoy orgulloso de haber tratado con miles de personas y no haberme partido la cara con nadie, conservar todos mis dientes y esquivar la fatalidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario