viernes, 9 de abril de 2010

Nuevos horizontes, nuevas ilusiones...



Ya se había planteado muchas veces... cuando se duda es porque algo debe de cambiar. Y ante nuevos problemas, nuevas soluciones...

De momento, como de costumbre seguiré compartiendo momentos "taxiales" con vosotr@s, como si nada ocurriese. Pero la despedida y cierre de éste Bloggertaxi está muy cerca. Las circunstancias ajenas a mi voluntad aceleraron el destino que estaba escrito hacía mucho tiempo.
Desde hace cuatro horas, mi licencia de taxi, está a la venta.


Cuando llegue el momento del cierre, os seguiré esperando en un nuevo blog titulado:



" La Sombra del Naranco "

4 comentarios:

  1. ¿Entonces dejas la ruleteada, compadre?
    Te deseo lo mejor en cualquier proyecto u ocupación que emprendas. Exito. Dios te bendiga.

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  2. Hola Pherro, no sé cuanto tiempo más tardaré en dejar el taxi.
    No es algo que yo desee, es algo que cada día es más difícil soportar.

    Son 23 años en el oficio y a pesar de que me encanta, las cosas no van nada bien. No tengo deudas ni nada raro... pero es absurdo mantener algo que no da ganancias actualmente.

    La situación mejorará, por supuesto que sí. El taxi seguirá teniendo la misma magia de siempre, pero creo que las oportunidades hay que aprovecharlas.

    De lo que se arrepiente uno es de no haber realizado algo en la vida, de lo que se hace, puedes equivocarte o nó pero nunca arrepentirte, sobre todo si se meditó tantas veces.

    No está todo cerrado, son días de meditación y cualquier duda o temor sería suficiente para rectificar.

    Gracias por tu humanidad y atención, "compadre".

    Un abrazo sincero y cariñoso.

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  3. Pues no sé que decirte, simplemente te deseo lo mejor sea lo que sea que ocurra.

    Saludos Jose

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  4. Gracias Marisa, percibo dudas en tí... también yo las tengo, no creas. Pero lo medité muchas veces. En un blog que lee tanta gente es difícil explicar tantos sabores agridulces...
    Es la decisión más importante de nuestra vida, pero hay que tomarla.

    Nos leemos, Marisa. Chao!!!

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