domingo, 18 de abril de 2010

El payaso, Ronald Mcdonalds




Resulta ridículo pensar que durante más de la mitad de una vida pueda emplearse en hacer algo que no te guste ¿Verdad?

El taxista que va a "su bola" es el rarito de turno. Ese soy yo. Pero además de rarito, siempre reconozco mis equivocaciones, éste es un campo desconocido para los borricos e incultos, que haberlos los hay en todas partes.
En Zaragoza, también.

El taxi, por mucho faltoso y patoso que hay deseando meterte la vara, es un mundo que he pertenecido y todavía pertenezco. Y lo amo.

Todavía hay quien llega más lejos, arreando con la vara. Disparando a quemarropa, opinando ignorantemente y haciendo daño... pero eso ya aburre.







No hay comentarios:

Publicar un comentario