Podría haber titulado el post "Los agobios de un taxista llamado Jose", pero eso sería tirar por tierra muchos pensamientos e ilusiones. Objetivos que no deben perderse jamás.
Pero no es tan sencillo, cuando escucho que nos quieren hacer pagar por escuchar música en la peluquería. Cuando oigo lo mal que lo están pasando en Haití, todo un infierno en la Tierra.
El panorama laboral sigue caldeándose, esta noche no se sabe si SEAT paralizará su factoría. Despidos, paro... Uf! esto es demasiado. No se ve color ni nada en positivo.
La otra noche pensando nuevamente en Haití, me vine abajo. Me preguntaba por qué tanta muerte, pensé en el ateísmo. Le escribí un mail a Enrique Monasterio, un sacerdote bloggero... bueno éste hombre es más que eso; es un buen escritor. Le contaba mis sentimientos, por simple desahogo, sin esperar respuesta. Incluso le dije que no me respondiese... pero no fué así.
He recibido con emoción un mail que me llena de esperanza y que os muestro con orgullo:
"Querido Jose Antonio: Yo tampoco lo entiendo. Lo único que se me
ocurre decirte es que si Dios no existiera, nada de esto tendría
sentido. Cuando preguntamos a Jesús el porqué del dolor, de las
catástrofes, de la violencia, de la muerte, calla, toma la cruz y se
convierte en una víctima más.
Ninguno de los que sufren hoy en Haití puede evitar tener como
compañero de sufrimiento al mismo Cristo.
¡Qué gran Cielo les espera!
EM"
Seguiremos adelante, claro que sí. No nos dejaremos vencer con tantas contrariedades...
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