Para mí todo el mundo es bueno, si no me demuestra lo contrario. A mí que una persona sea buena bis a bis, no me importa nada, si mi relación con ella es otra bien diferente y negativa.
-¿De qué me sirve?
Digamos que hablo del conductor de cualquier coche de una ciudad que va haciendo una perrería tras otra a los demás usuarios de la vía.
-¿Qué me importa su vida personal, si no lo voy a conocer jamás? Realmente me afecta el momento en que por su causa, mis hijas se juegan al único padre que alimenta sus bocas y enriquece sus vidas.
-¿Qué me importa lo que digan los familiares de un terrorísta, sobre lo bueno que es su hij@ en su entorno, mientras inocentes descansan por su culpa y mala sangre, en sus tumbas?
Si comento a un cliente cualquier cosa que llama mi atención y deseo compartirla con él y recibo como respuesta un vacío silencioso...
-¿Que me importa su trayectoria personal, si en ése preciso momento es un maleducado conmigo?
Recuerdo el pésimo comportamiento de algun actor cómico famoso en el taxi (Fernado Esteso). Mala educación, alcohol y malas contestaciones.
-¿Qué me importa sus innumerables películas de humor? Que se ría su P. M.
Cuando conduzco el taxi y comparto buenos momentos con extraños que se comportan correctamente conmigo que, probablemente no vuelva a ver jamás, soy amable con ellos y aunque tan sólo sean unos minutos únicos e irrepetibles, sería capaz de darles un abrazo de corazón y de agradecer su valioso regalo de humanidad.
Algo falla en las relaciones personales, en los valores... hoy no toca ¿Sabes?, quizás mañana.
Mientras te pierdo de vista, para bien o para mal, te deseo...
¡ Buen viaje ! (sólo tienes que proponértelo)
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