El payaso, y el circo.

Otro fin de semana, ya ha pasado, pero todavía duele.
Cada vez, trabajar los fines de semana me revienta más, y no por el trabajo, sino por la clase de gente que se lleva.
El de la foto soy yo, así me imagino, sonriendo las gracias de los borrachitos, maleducados y demás fauna urbana.
Mi motivación, son los ojos de mi mujer, los deditos de mi niñita Susi, la educación y el cuidado de Silvia y Lucía. Su amor por mí.

Éste fin de semana, vinieron dos amigos de Asturias, a pasar unos días con nosotros. ésta mañana estuvimos por Zaragoza paseando, y disfrutamos un montón.

La Expo, va cogiendo ritmo y fuerza. Mi ojos disfrutan ante tanta arquitectura, y el Taxi se desliza por el asfalto, con orgullo y serenidad.
Mi mente sueña con una vida con más tiempo para Susy. Pero soy feliz, aquí en éste instante. El número 397, es una manía mas.