Aprendo a vivir

Aprendo a vivir, es el título de un libro que hace unos años me prestó un amigo y compañero en el taxi.

Corrían tiempos difíciles, cuando José María me estrechó la mano, y con ella éste libro de autoestima de Bernabé Tierno, que con el tiempo ha servido para marcar el camino de la vida, mi vida. No es cuestión de seguir todo al pie de la letra, pero si ha servido como consejero en alguna ocasión más.

Frases como" Afronta los acontecimientos desagradables con calma, intentando que sean mejores" o, "Convéncete de que puedes soportar cualquier situación", "Aprende de tus propios errores", "No culpes a los demás de tus fallos", ect. ect.

Ya hemos cumplido cuarenta, y seguimos aprendiendo a vivir, de repente a cambiado la gente, nuestros compañeros, muchos de ellos ya no están, unos para bien y otros mejor no pensar...

Todavía recuerdo que José María estuvo a mi lado en una gravísima situación, escuchando y dialogando, y una multa de tráfico que le pusieron por dedicarme tiempo en aquellos momentos de angustia...

Para tomar un café o ir a disfrutar de un espectáculo, valen muchos, pero para estar al lado del que lo necesita menos, bastante menos.

Nos han cambiado la ciudad, ya no es la misma, han crecido avenidas, puentes, se han levantado torres de negocios, hasta las calles ya no se llaman de la misma manera. Y nosotros... estamos aprendiendo a vivir todavía y gracias a Dios que lo contamos.

Corren otros tiempos, ni mejores ni peores; son diferentes.

En la estantería de los libros guardo una copia de aquel libro que me impactó por su sencillez y practicidad.

Ésta mañana estuve charlando con mi amigo, y pude comprobar que afortunadamente, a algunas personas no les cambia demasiado el tiempo, por eso son únicas e irrepetibles. Ésta tarde pasé un ratito ojeando el librito que se cae a trozos...

Cae la noche; y pasan los años... Aprendo a vivir.

Saludos José Mari.